El deseo de que nuestro perfume
sea perfecto, osea, que refleje exactamente lo que queremos, es lo que
dificulta escoger el perfume cuando vamos a las tiendas a comprar. Es el
miedo el que hace que dudemos, ya que el olor cuando lo probamos en la tira de
prueba o cuando los olemos directamente de la botella no es idéntico a cuando
nos los aplicamos sobre la piel. Las células epiteliales del organismo son las
que dictan la reacción del perfume que nos echamos para generar un olor
personal y único. Por eso es tan esencial escoger el perfecto.
Cuando vamos a buscar perfumes
nuevos, normalmente nos llevara mucho tiempo (incluso a veces más de un día)
encontrar ese perfume que se ajuste a nosotros de forma perfecta, por
eso en estos casos la paciencia es una cualidad esencial, debiendo ser
pacientes en todo momento. Por lo tanto cuando vaya a comprar un perfume
haz un hueco grande en tu agenda (las prisas no son buenas consejeras en estos
casos).
Otro aspecto a tener en cuenta es
que los perfumes caros no tienen que ser necesariamente mejor que los perfumes
baratos. A lo mejor encuentras perfumes baratos que se ajustan mejor
a ti que un Chanel, y por supuesto no debes dudar. Sin duda el barato. A veces
nos dejamos guiar por la ‘regla’ de que lo más caro siempre es lo mejor. Nada
más lejos de la realidad. Debemos sacar de la ecuación este factor y elegir
nuestros perfumes independientemente del precio que tengan (a no ser que
el que queramos se nos vaya de presupuesto, claro está).
En el siguiente post daremos unas
pautas generales sobre que debemos tener en cuenta para elegir el perfume
más apropiado para nosotros.